CON EL SELLO DEL FÚTBOL CHARRÚA (Y DE LA SOCIEDAD URUGUAYA)

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El tema de El Salmón de esta semana iba a ser otro, pero,  ante todo lo que se vio y habló en relación a la eliminación de Uruguay en la Copa América a manos de Chile, me sentí en la necesidad de escribir unas líneas al respecto. El fútbol ocupa un espacio importante en nuestra vida, y como tal es un espejo de nuestra sociedad. Por eso, el tema de hoy, si bien gira en torno al fútbol, lo excede.

Empezando por lo estrictamente deportivo, la Selección Uruguaya en esta Copa América dio lástima. De cuatro partidos ganó solo uno, empató otro e hizo solo dos goles. Además no jugó a nada, careció totalmente de ideas, fue incapaz de crear fútbol y simplemente se limitó a defender, buscando que el contrario no pudiera jugar, apostando a que no le hicieran ningún gol y por ahí tirar algún pelotazo con la esperanza de que alguno de los de arriba la metiera. O si no, jugarse a los penales. Un esquema simplote que – dado que Uruguay cuenta con algunos buenos jugadores que además dan todo defendiendo, y ni qué hablar cuando estaba Suárez – algunas veces  ha dado resultado. El problema es cuando nos hacen un gol; no existe capacidad de proponer y por tanto forma de remontar.

Desde hace algún tiempo – y más especialmente luego de este fracaso – el país se ha dividido en personas pro-Tabárez y anti-Tabárez.  El tema es bastante más profundo que si Tabárez sí o Tabárez no. Tabárez ha hecho un gran trabajo como motivador grupal. Ha logrado consolidar un grupo humano, darle continuidad (el famoso “proceso”), motivarlo, y terminar con las eternas peloteras que siempre frustraban todo emprendimiento de nuestro seleccionado. No es poca cosa. Contó, es cierto, con la ventaja de que se conjuntara una generación de algunos jugadores de alto nivel: Forlán, Suárez, Cavani, Cáceres, Lugano, Godín, por nombrar algunos. Pero también es cierto que otros entrenadores, desde el 74  hasta el 2006 (incluido él mismo) fallaron estrepitosamente, contando con otras generaciones de cracks. La realidad es que la Selección de Tabárez no juega a nada. Da la impresión que una vez conseguido ese trabajo de consolidación grupal debería dar paso a otro técnico con ideas más renovadoras. En esta Copa América cometió varios errores: llevar a Fucile, cuando estaba falto de fútbol (por ese lado de la defensa los chilenos nos entraron siempre), guardarse  cambios, insistir con Abel Hernández, que ya tuvo suficientes oportunidades y solo le hace goles a Tahití, no probar con Johnatan Rodríguez, que era ideal para jugar algunos de estos partidos, asignasr permanentemente a Cavani a la defensa, no insistir en los volantes de creación, etc. etc. Por otra parte se ha formado un mito en torno a Tabárez. Mucho se ha hablado de su humildad y su ubicación, pero lo cierto es que frecuentemente en sus conferencias de prensa – bajo esa apariencia de corrección – se muestra como una persona que le molesta la más mínima crítica y muchas veces termina tratando mal, o sobrando a los periodistas. …eeeeh…eeeeh

Hecha esta precisión, es de notar que el tema es más profundo. Todo el mundo reconoce el pobre juego de la selección, pero ineludiblemente se termina con un conformista “Uruguay siempre jugó así”. “Uruguay siempre clasifica arañando”, “Uruguay siempre sufre”. Y es cierto que por lo menos en los últimos 50 o 60 años hemos jugado así – o sea mal – que hemos sufrido y que siempre hemos estado al borde de la eliminación. Y muchas veces, efectivamente hemos quedado eliminados. Con esta lógica de “siempre jugamos así”, por ejemplo, España nunca hubiera cambiado su estilo de fútbol y nunca hubiera llegado a ganar un mundial, o Venezuela seguiría perdiendo todos sus partidos en la eliminatoria sudamericana. Y ni qué hablar de la evolución del fútbol de algunos países asiáticos o africanos o de los sudamericanos que antes  quedaban relegados (Chile, Colombia, Ecuador, Paraguay) y hoy, invariablemente, por lo menos dos de ellos, terminan por encima de Uruguay en las eliminatorias.  La mayoría de los equipos sudamericanos juegan un fútbol  más   creativo que el de Uruguay y con mayor lucimiento técnico y disciplina táctica. Pero nosotros seguimos pensando que con la historia les podemos ganar. Nos aferramos a la garra,  a la rebeldía del jugador uruguayo, a que nos gusta jugar cuando vamos de punto. Y, por sobre todas  las cosas, contamos cuando, usando este esquema, nos va bien. Nos olvidamos cuando este esquema nos lleva al fracaso, que es la más de las veces. Nada más alcanza con analizar las estadísticas de los últimos años en forma desapasionada. La apuesta futbolística (porque en realidad es eso, una apuesta en el sentido timbero de la palabra)  me hace acordar a aquel viejo chiste del tipo que se está martillando los testículos y que ante la pregunta del amigo de qué está haciendo responde: “gozando”. Cuando el amigo, extrañado, le pregunta dónde está el goce, la respuesta es: “cuando erro el martillazo”.

Este conformismo no es más que la manifestación futbolística del que campea en nuestra sociedad. Nuestra manipulada historia dice que siempre fuimos el país menos latinoamericano de latinoamérica, con estándares de vida propios de los estados de bienestar del primer mundo. Y por eso insistimos en las viejas recetas de la primera mitad del siglo XX. Siempre fuimos también el país más seguro, y lo seguimos repitiendo ajenos a la realidad de los bolsones de marginalidad y violencia cotidiana que nos rompen los ojos. Nuestra educación también fue ejemplo y, como   fue ejemplo en el pasado, lo que tenemos que hacer es continuar por ese camino, reviviendo los viejos esquemas,  sin importarnos como nos vamos quedando rezagados.  Pero no importa, así como en el fútbol tuvimos a Obdulio Varela, en la educación estuvo su homónimo José Pedro, y con haber transitado ese pasado alcanza. Todo tratamos de hacerlo “a la uruguaya”, despreciando otras experiencias más exitosas de países que nos han pasado hace tiempo. Nos creemos el verso de la solidaridad y la humildad. Jaime Roos canta: “extraña la gente nuestra/que te habla sin despreciar”, pero en toda esa visión ombliguista hay un soterrado y autosuficiente desprecio provinciano al resto del mundo.  Y que quede claro, este enfoque alcanza a todo el sistema político, más allá de que normalmente a quienes les toca estar en la oposición se les oiga decir lo contrario.

En el fútbol uruguayo el virtuosismo técnico y la inteligencia a la hora de jugar no son lo que más se valora – y esto tal vez sea uno de los problemas de fondo que explica nuestra anquilosada forma de jugar. La exaltación de la famosa “garra charrúa” ha llevado a que los jugadores más valorados por el público, los técnicos y los periodistas sean los “metedores”, los que se sacrifican, los guapos, los que van para adelante y además poseen “viveza criolla”, no importando muchas veces si se pasan de rosca con la “guapeza” y abusan de la violencia. Los íconos históricos de esta forma de jugar han sido José Nasazzi y Obdulio Varela, pero a lo largo de toda nuestra vida futbolística han existido muchos referentes de este estilo de juego. Normalmente a ellos el hincha les perdona casi todo, incluso sus limitaciones técnicas o sus desbordes temperamentales, que muchas veces terminan en expulsiones. En cambio, son implacables con los virtuosos; muchas veces he oído comentarios despectivos de los más veterano respecto a Juan Alberto Schiaffino, al que acusaban de frío. Sin embargo su virtuosismo es aún hoy recordado en Italia. También han tratado de “pecho frío” a Pedro Rocha (nunca rendía en los mundiales), a Francescoli, a Ruben Paz. Y en un partido difícil un técnico siempre opta por sacrificar un creador por un destructor.

Y esto último también  es un reflejo de lo que ocurre en nuestra sociedad, que tiende a no valorar el talento o el brillo. más bien a estigmatizarlo. En la escuela y el liceo el estudioso es sospechoso de ser alcahuete y siempre seduce más el que mejor pelea que el que tiene buenas notas. Raramente vemos que los sindicatos promuevan la excelencia entre los trabajadores y siempre están propugnando soluciones que traten de achatar la escala salarial, desestimulando por ello la excelencia; es frecuente que en un trabajo se tienda a estigmatizar al que se quiere capacitar y de nuestra enseñanza mejor no hablar. Cuando las pruebas de comparación internacional muestran que se  queda rezagada respecto al resto del mundo miramos para el costado y nos justificamos diciendo que las experiencias no son comparables: en otros lados tratan de crear personas eficientes, en nuestra educación, el objetivo es la solidaridad, y eso no se mide en las pruebas de comparación; la garra charrúa en otra versión. Buena parte de las estructuras de nuestra sociedad están orientadas a igualar para abajo y a voltear al que sobresale, de la misma manera que el jugador que tira un caño en un partido recibe inmediatamente una agresión por “quebrar códigos”.

Y volviendo al partido del miércoles pasado, el otro aspecto que ha aflorado en esta situación – con todo el tema surgido a raíz de la expulsión de Cavani – es algo que continúa lo que ya hemos   expresado en el artículo “Las eternas víctimas”

(https://salmonbizarro.wordpress.com/2015/06/14/las-eternas-victimas/).

Por eso no voy a insistir demasiado en ello. Eso sí, les recomiendo fervorosamente que lean el artículo del periodista de El Observador Ignacio Chans: http://www.referi.uy/llanto-uruguayo-la-teoria-del-despojo-oculto-el-pobrisimo-futbol-celeste-n656001, que dice prácticamente todo lo que yo, antes de leerlo, pensaba escribir al respecto. Y también es muy sensato este otro: http://brecha.com.uy/y-ahora-lo-que-importa/

Sin duda que en el caso de Cavani juega la doble moral. Si hubiera sido al revés lo hubiéramos festejado todos, como hemos festejado orgullosamente tantas otras “picardías” de nuestros jugadores y exaltado el juego violento y desleal.  Por otra parte siempre nos enorgullecemos de que cuando nos hacen este tipo de cosas sale a aflorar nuestra fibra más íntima y le pasamos por arriba al rival tramposo. Pero en este – como en muchos otros casos – nos dedicamos solamente a llorar.

Por ejemplo, yo crecí oyendo de mis mayores las hazañas del Manco Castro que cuando saltaba le clavaba el muñón a los rivales

El delantero celeste Héctor “el manco” Castro (en su adolescencia perdió su mano derecha con una sierra eléctrica) le hundió su muñón en el muslo al arquero argentino Juan Botasso, practicándole una paralítica y dejándolo sentido en buena parte del segundo tiempo. Años después durante un programa de televisión se reencontrarían el uruguayo Cea y el zaguero argentino José Della Torre, este último le recriminó al uruguayo aquella “avivada” de Castro. La respuesta del oriental es famosa: “¿Y vos que te pensabas… que era un partido entre casados y solteros? Aquella era la final de una Copa del Mundo». http://fanaticosdelmate.blogspot.com/2009/11/entre-un-manco-y-un-doble-ancho.html  

No era un manco cualquiera, Castro no se amilanaba en el área y utilizaba su muñón como arma en el salto contra los rivales. Sin el descaro que podría haberle aportado un empujón con la mano abierta, Héctor Castro clavaba su muñón en la espalda del rival y, gracias a ello, obtenía una ventaja certera en el salto. Parecía que saltaba más que nadie, pero lo cierto es que era más pícaro que nadie…. A aquellas alturas, holgaba decir que Uruguay le adoraba como a un Dios. Y lo adoraba, también, como adoraban al resto del plantel, por haberse convertido en el martillo pilón que derrotaba en todas las finales a Argentina, ese molesto rival deportivo al otro lado del río de la Plata.   http://elfutboldepablo.blogspot.com/2012/05/el-divino-manco.html

También estaban las hazañas del Pepe Sasía cuando le tiraba tierrita a los ojos de los goleros rivales, tema del que ya hemos hablado en el post anteriormente citado.  Si tienen tiempo lean rapidito y saltando líneas este artículo del periodista Jorge Pasculli en La República (http://www.republica.com.uy/el-pepe-sasia/468046/). Presten atención a los valores que exalta y de nuevo a la victimización, mezclado incluso con la politización: la culpa de todo es del show mediático de la  televisación (por supuesto, hija del capitalismo), y a Sasía lo echan no por jugar sucio tirándole tierra a los goleros o dar piñazos, sino porque era molesto por sus reclamos sindicales !!! . O sea una víctima más del sistema. !!! Y con un lamento por cómo la televisión mató aquel fútbol bien para machos deschavando las malas mañas de nuestros jugadores.

En las cabezas de todos los que vivimos en aquella época – o que oimos las grabaciones – quedó el recuerdo de la voz de Carlos Solé de la final del 66 entre Peñarol y River diciendo que aquel partido “fue ganado a lo macho”, como si aquel equipo no tuviera muy buenos jugadores desde el punto de vista técnico.

Y por encima de la emoción que pueda haber generado en aquellos momentos, cuando uno mira con la distancia y serenidad propia del tiempo no puede menos que sentir vegüenza ajena por estos patéticos relatos donde se exalta el “tener más huevos”, se alude a “la diarrea del equipo rival” a un “así somos los uruguayos”, etc. etc.

Algún exitoso – y muy elogiado equipo uruguayo de los 70 – tenía un técnico  que averiguaba detalles de la vida íntima de los jugadores del equipo rival (hijos discapacitados, esposas enfermas o infieles) y hacía que los jugadores se los “recordaran” en el partido como forma de sacarlos.

Muchos – diagamos que no solo los uruguayos, sino el mundo entero – vimos por TV el primer plano de Nelson Gutiérrez haciendo la “picardía” de apretarle la nuez a un jugador belga en el mundial de 1990. (lamentablemente no encontré los videos).

Y podíamos seguir dando ejemplos, la festejada agarrada de testículos de Darío Rodríguez a un jugador ecuatoriano, por ejemplo.

Y en el caso concreto de Cavani, un referente uruguayo del juego brusco como el “Pelado” Peña, justifica diciendo que “lo del dedo lo hicimos toda la vida”. http://www.ovaciondigital.com.uy/copa-america-2015/pelado-pena-dedo-mas-normal.html

Este “sistema de valores” es el que va mamando cualquiera vinculado al futbol. Lo promueven los periodistas, los directores técnicos, los propios jugadores y los hinchas. Y es también el que percibe la gente de otros países. Después protestamos si se nos tolera poco.

Dentro de este esquema también entran los ya habituales actos de salvajismo de las parcialidades, y que se reeditaron en el  último partido clásico, sin que prácticamente hubiera  algún tipo de consecuencia en cuanto a sanciones (apenas una multa y la pérdida de un punto para Peñarol en un campeonato ya terminado) y cuyas imágenes recorren el mundo provocando que de afuera nos vean como cualquier cosa menos civilizados.

Por una vez los periodistas que trasmiten el partido salen del lugar común de decir “por culpa de unos pocos” , para reconocer que en realidad son muchos los que participan de estos líos, porque lamentablemente es algo que ya se ha extendido demasiado en nuestra sociedad y que se une a todas las exaltaciones al machismo en el juego y a la victimización para generar un patético sello que nos distingue en el mundo.

Nadie parece querer cambiar esta situación; cada vez que se arma un lío los periodistas insisten machaconamente conque “así no se puede seguir”, “hay que tomar medidas drásticas”. También repite lo mismo la policía, los dirigentes y todo termina en una sanción leve. Al poco tiempo se vuelve a repetir lo mismo.

En youtube, para que lo vea todo el mundo, y sin que nadie haga lo más mínimo por evitarlo, hay varios videos colgados de los cantos de las hinchadas de Peñarol y Nacional,  donde se hace la apología de la violencia, con alusión a hinchas de Nacional muertos por las barras de Peñarol o viceversa y se exhorta a los hinchas a seguir matando o a incendiar el estadio contrario. Estas canciones no las canta un puñado de personas, a veces lo hace la mayor parte de la gente, y los padres se las enseñan a sus hijos. Las letras están colgadas en internet y el solo hecho de que los videos hayan sido colgados con total impunidad o que a ningún árbitro se le ocurra – como pasa en otros lados – detener el partido cuando la gente empieza a cantar estas cosas muestra lo mal que estamos. Sin duda, si algún juez tomara esa resolución al otro día le estaría cayendo toda la prensa con el clásico: “no se puede sacrificar un espectáculo por culpa de unos pocos inadaptados”.  Contrasta con el espíritu, muchas veces hipócrita, de corrección política que tiende a instalarse en nuestra sociedad, y que a veces repara en cosas nimias. El Ministerio del Interior  reparte entre la policía un manual respecto a como debe manejar su lenguaje para evitar discriminación, donde por ejemplo se les recomienda a los policías que en lugar de “los ciudadanos” hay que decir “la ciudadanía”,  “las personas mayores de 60 años”, en lugar de “los adultos mayores”, 0 “los y las policías”, en lugar de “los policías” (ver el listado en http://www.elobservador.com.uy/la-guia-del-lenguaje-inclusivo-policial-n653335, no tiene desperdicio). Pero en cambio la apología de la violencia sigue ahí, a la vista de todo el mundo, sin que nadie haga nada.

La banda vino re loca
porque te vino a alentar
ya no me importa una mierda si vos perdes si vos ganas
te seguimo a todas partes
te queremos ver campeon
tomando un litro de vino fumando porro yo voy con vos
el manya va caminando por ricaldoni pa el centenario
el bolso pide custodia
no aguanta porque es cagooon
te pido que no te borres no tires piedras toda tu vida
porque cuando ves al manya comienza tu maratoon
bolso gallina a donde vas
sos cagon
yo se muy bien que no queres mirar atras
ya te matamos a posadas, un bolso puto!!
que nunca vinistes a vengar
OOHHH CARBONERO CARBONE
OOOHH CARBONERO CARBONE

COMO ME VOY A OLVIDAR
CUANDO MATAMOS,UNA GALLINAA
COMO ME VOY A OLVIDAR
FUE LO MEJOR QUE ME PASO EN LA VIDA
LOS PUTOS DE NACIONAL
LE BUCHONEARON A LA POLICIA
Y AL POCO TIEMPO DESPUES
MATARON OTRO LOS DE LA VILLA
ES MI ILUSION VOLVER A VERTEE
Y A LOS BALAZOS CORRERTE
MATAR A DOS UNA VEZ MAS
Y PRENDER FUEGO EL PARQUE CENTRAL

Bo Carbonero,
No tenes huevo,
Por eso el Rodri está en el cementerio,
Yo no me olvido,
De aquel día
Cuando lloraban todas las gallinas,
Antes que te matemos al segundo,
Te voy a contar lo que yo veo,
Con las manos corres,
Con los fierros tambien,
Manya plantate una vez!!
Manya plantate una vez!!

¿Quiere decir esto que somos únicos en el mundo en estas prácticas violentas, en la queja y la simulación? Para nada,, no somos los únicos ni los peores. No nos pasemos para el otro lado. De hecho la prensa chilena festeja los dedos en el ano de Cavani que provocaron su expulsión. (como probablemente lo hubiera hecho la nuestra si hubiera sido al revés). Personalmente estaba en Santiago de Chile cuando en un partido por una eliminatoria de un Mundial el golero chileno Rojas cayó al piso, aparentemente golpeado por una bengala que había sido tirada al campo de juego. Cuando lo sacan de la cancha tenía la cara ensangrentada y daba la impresión que la bengala lo había herido. El equipo chileno se retiró de la cancha y lo que siguió después fue una manija unánime de los medios chilenos contra la FIFA, Havelange y todo Brasil. Algunos exaltados fueron, incluso,  a atacar la embajada brasileña. Tiempo después se supo la verdad: el golero chileno llevaba escondido un corte en el guante (vaya a saber con qué intenciones) y cuando vio la oportunidad se hirió a sí mismo para simular haber sido herido por la bengala. Como consecuencia Chile fue descalificado del mundial siguiente y Rojas suspendido de por vida.

La manija hace ver a la gente muchas veces lo que quiere ver. Resulta curioso ver este video sobre el famoso partido de eliminatoria entre Chile y Uruguay, con el relato de un periodista chileno. La fama de Suárez – que obviamente por algo la tiene – lo lleva a ser blanco de ataques por los relatores: observen como, después de un corner, Jara va a buscar a Suárez y los chilenos dicen que es Suárez el que lo va a buscar. Después insisten en que lo va a buscar cuando en realidad busca posición en el área para el corner,   y en ocasión del golpe de Suárez a Jara solo se ve parte de arriba de la imagen, aunque puede apreciarse como la mano de Jara empieza a deslizarse hacia abajo en busca de los codiciados testículos del goleador. Pero para los relatores “la misión de Suárez es sacar a Jara del partido”. (convengamos que también se ve un codazo de Suárez al golero y alguna escena más de juego duro por parte de los nuestros, aunque también de ellos). En el segundo video – en el que aparece este incidente y el de los dedos de Jara a Cavani – se ve otro plano y ahí es patente la agarrada de testículos.

Pero bueno…allá los chilenos. Con todo lo que pasó han logrado el milagro de que los uruguayos superemos nuestro antiporteñismo y ahora esté todo el mundo deseando que Argentina les gane la final.

Pero el tema no es lo que hacen ellos, sino lo que hacemos nosotros, los uruguayos, y las raíces más profundas que todo esto tiene.

Para terminar esta nota quiero citar unos párrafos escritos por alguien que no es para nada santo de mi devoción, Mario Benedetti, pero que tengo que admitir que en estas líneas, de alguna forma acierta al vínculo entre lo que nos caracteriza en el fútbol y nuestra sociedad. Aunque debo hacer la salvedad que la causalidad me parece que es la opuesta, el fútbol es el reflejo de nuestra sociedad y no al revés como insinúa Benedetti:

“El penúltimo gran acontecimiento que no conmovió fue la soberbia mentira, la victoriosa errata de Maracaná. pero allí tampoco se unieron nuestras almas, allí solo se unieron los guarangos que vivían en el subsuelo de nuestras almas. Éramos tan perfectos, teníamos tanta garra celeste que decidimos que ese rasgo excediera el del deporte, que diera el verdadero tono a la vida nacional. Tenemos garra celeste, de modo que procedemos a golpes de inspiración, a juego individual, a arranques de divismo. …  En cierto modo, Maracaná constituye casi un símbolo, el Masoller de la viveza criolla. En Maracaná se ganó sin merecer ganar. Y ésa es la increíble lección que del episodio extrajo el ingenuo, inexperto país: se puede ganar sin merecer ganar, nada más que echando mano a la picardía, al arranque, a la prepotencia, a la buena suerte.”

Mario Benedetti, El País de la Cola de Paja.      (1960)

POST-DATA. “ASÍ SOMOS LOS URUGUAYOS”.

Antes de publicar la nota voy hasta el Supermercado. En el Disco han tenido la idea de habilitar 4 o 5 cajas para las cuales se hace una cola única. Sin duda es una buena idea que le da más fluidez al momento del pago. A veces, especialmente los domingos o días de fiesta, se forma una larga cola de carritos. Muchas personas utilizan la habitual “viveza” uruguaya, dejan el carrito solo en la cola y siguen haciendo sus compras. De vez en cuando vuelven con alguna mercadería y corren el carro unos metros. Cuando  termino mi compra me ubico detrás del último carro…que estaba sin gente. Observo que la cola comienza a avanzar y hay una serie de carros que ni se mueven. Lógico, no se pueden mover porque nadie los conduce. Entonces avanzo con el mío, me salteo los carros sin conductor y me ubico detrás del último que tiene gente. Lo hice, hasta por una cuestión elemental de que si me quedaba en mi lugar podía quedarme ahí sin moverme un buen tiempo en medio de la caótica fila de carros sin gente. Al rato llega el “dueño” del carro, del cual quedo yo delante. Me pregunta si yo estaba ahí de antes y le digo que me había puesto en la cola detrás del último carro con gente, porque había una hilera de carros sin gente que además no avanzaban. Acto seguido me empieza a insultar y a amenazar: “no te voy a dejar colar”, “si te quedás aquí te cago a patadas”, “te querés hacer el vivo”. Trato de explicarle tranquilamente que en realidad yo no había tratado de colarme y que los que se hacen los vivos son todos los que se ponen con el carro vacío y siguen comprando. O compran o hacen la cola. Trato de hacerle razonar. El tipo sigue caliente y a los gritos: “no me  toques, no me vayas a tocar, que te zumbo de un piñazo”, cuando yo ni me había movido. Se ve que tenía ganas de pelear. Uno de los que estaban detrás de él (otro de los vivos que había dejado el carrito, y ya había vuelto, pero por lo menos era más civilizado), trató de mediar ofreciéndome un lugar delante de él, a lo que me rehusé y preferí irme para otra caja, pues el energúmeno no entraba en razones y seguía con sus insultos y amenazas: “comprate una vida”, “seguramente tendrás mucho que hacer”, “hasta debés de estar jubilado” (como si en el hipotético caso de que yo no tuviera nada que hacer   o hubiera sido un jubilado  eso le diera el derecho a garronear).  Finalmente, me fui a la caja rápida (caí en cuenta que llevaba solo seis artículos) y salí antes que él. Me quedé pensando en el pobre hombre, que seguramente se haya quedado muy satisfecho con haber sido un buen hijo y cumplido lo que muy probablemente de chiquito sus padres le deben haber inculcado: “hacete valer, hacete respetar, nunca dejes que te pasen por arriba, imponete como sea, etc.”.  Y me quedé pensando que, después de todo, esta anécdota tenía bastante que ver con con el resto del artículo; por eso decidí incluirla como postdata. Es que así somos los uruguayos: respetuosos, solidarios, no discriminadores, tanto en la vida diaria como en el fútbol.

Hasta le cambié el nombre al artículo, agregándole lo que está entre paréntesis.

NOTAS ADICIONALES:

Para sacarle tanto dramatismo a todo esto (después de todo es sólo fútbol) no se pierdan este divertidísimo relato de un relator argentino que se pone la camiseta uruguaya:

http://www.futbol.com.uy/auc.aspx?275636,1473,ASOCIADAS

Un artículo muy irónico y graciosos respecto a la nueva guía de lenguaje inclusivo policial se puede encontrar aquí:

http://www.elobservador.com.uy/la-guia-del-lenguaje-inclusivo-policial-n653335


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Con el sello del fútbol charrú1 (segunda parte) https://salmonbizarro.wordpress.com/2015/11/22/con-el-sello-de-la-garra-charrua-segunda-parte/

Un comentario »

  1. Estimado salmón. Comparto su análisis de la sociedad y del fútbol uruguayo. Este último es una manifestación + de la lamentable viveza criolla. Lo que no comparto son sus apreciaciones sobre tabárez. Creo que, más allá de este momento de recambio, con la falta de muchos de los mejores exponentes fe los últimos años, la selección se ga modernizado, y ha logrado aggionarse al exigente fútbol mundial. Los resultados están a la vista: lugar 4 en Sudáfrica, lugar 12 en Brasil, una copa América, y presencia destacada en varios mundiales juveniles. Es probable q sea la hora de la renovación a nivel del cuerpo técnico. Pero no lo tengo tan claro.

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    • Señor Conrad.
      Muchas gracias por sus conceptos. Obviamente que todo es opinable, como su opinión respecto al Maestro Tabárez. Nadie deja de reconocerle sus méritos, pero ya es tiempo de una renovación

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  2. Yendo a lo futbolístico, no es fácil para uy suplir a un goleador como suarez, a uno de los mejores defensas del mundo como cácerez, a un gran estratega y goleador como forlán (quién le va a hacer llegar la pelota bien jugada a los delanteros?

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  3. Domingo de agua! «buen domingo pa un mensual» dice la canción.
    Estaba cantado , te dejaron picando la nota en el área y … «Sanfilippo no perdona !»
    «Esa anestesia llamada fútbol» se llama el capitulo del ensayo de Benedetti que citas, me acuerdo clarito que me movió el piso en su momento. Lo hubiera querido releer, pero marchó en una fogata de San Juan que hizo mi vieja , allá por junio del 73 (es increíble como arden el papel y los longplay !). El pueblo donde vivo es un típico exponente del «fútbol chacarero», donde se privilegia la fuerza a la habilidad. Recuerdo escuchar comentarios como «¡que cuadro El Tamanguito!, pasa la pelota… pero el jugador queda. » , todos los gurises de 5 o 6 años festejábamos en la cantina ese venerado axioma. Entronizar el tranque y criticar la moña excesiva. Eso de sentirse tocados por un designio divino, como cuando salimos campeones (una de las pocas veces) de la Liga ,de visitantes y jugando mal ( más místico y mítico todavía!»).
    En lo personal creo que la frustración y la impotencia, nos lleva a vomitar lo peor de nosotros, en ambientes o situaciones que asumimos como permisivas y tolerantes (el anonimato de la multitud de una cancha o el tránsito).
    Yo caí en el desenfreno irresponsable y abusivo de gritarle a mi hijo «sacá la lanza Leandro !» cuando perdían la final de Baby fútbol. La magia del vhs (por suerte) pudo reconstruir mi vergonzosa actitud y mejor aún, supo hacerme reflexionar.
    Que el fútbol es un reflejo y que trasvasa las clases sociales , no tengo dudas. En el año 74 (ya volvió J.C. Gard!) volvíamos con unos compañeros de facultad de jugar un partido, en el cual nuestro cuadro, el «Habeas Corpus», había matado a patadas a un equipo que «la rompía» , cuando nuestro capitán se despachó con una frase emblemática : » con nuestros huevos me cago de risa de los virtuosos del fútbol» . Seguidamente subimos a un ómnibus garroneando asientos con cara de «somos ganadores».
    Ese muchacho capitán siguió un derrotero afín a sus condiciones dirigenciales y llegó a destacarse en política y negocios, sin cambiar nunca su pragmática visión de las relaciones humanas.
    Bueno Salmón… pasaba, vi luz y entré a saludar.

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  4. Hola Salmón, excelente análisis de los uruguayos, una lástima que esa viveza criolla se refleje en las canchas y también en las tribunas. También es importante reconocer que el fútbol es más que un deporte, se ha vuelto una industria, y como tal se ha modernizado considerablemente en los últimos años. En tanto no se apliquen con rigor los reglamentos disciplinarios, lamentablemente la violencia en los estadios y la viveza en la cancha seguirá igual. Con respecto a los periodistas y formadores de opinión, la mayoría por lo general exhaltan lo popular y no lo real, como en el desafortunado caso de Jara y Cavani, que no estoy de acuerdo en lo absoluto con la actitud proctológica de Jara y debe ser sancionado severamente, sin embargo éste es un hecho que no impacta a nadie más excepto a los involucrados. En cambio, en lo que se refiere a otros temas reales con alcances profundos, casi no se vierte tinta de manera concienzuda, a excepción de este fantástico blog que hace apenas unos días tuve la suerte de descubrir. Reconozco la labor de Tabarez, pero ya fue, su conservadurismo es agobiante, incluso para los propios jugadores, y como todos los ciclos en la vida, el suyo tiene un principio y un fin, en este caso su fin ya llegó y por desgaste natural. Tenemo muy buenos jugadores que están siendo desperdiciados. Aparte, lamento mucho lo ocurrido en la cola de la caja del Disco, parecería que nuestra sociedad vive a la defensiva y que cualquier obstáculo es motivo para insultar y babosear a los demás, la única manera de entender ésto recae en los pobrísimos niveles de educación, tanto en los hogares como en las escuelas, lo cual es evidente en el día a día de los últimos 10 años, especialmente en Montevideo. Gracias por compartir sus reflexiones y lo felicito nuevamente por la categoría de sus escritos.

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  5. Estimado, su artículo es muy interesante. Eso más allá de compartirlo o no. Si dijera que es interesante porque comparto su opinión entraría en la paradoja del ombliguista » está muy bueno,,el tipo piensa igual que yo »
    Lo bueno es que usted parece haberle dedicado tiempo a reflexionar y ha tratado de documentar sus opiniones. Esmás diría que todo está documentado.
    Ahora, si me permite, ya que no conozco su identidad secreta, le digo con todas las letras que ustes es un reverendo cagón disfrazado de Ghandi vernáculo.
    Debería haber surtido a piñas al nabo que le metió el prepo en el supermercado y meterle uno por unos los cinco o seis artículos que llevaba en su carro en el mismo lugar en que Jara le metió el dedo a Cavani
    Voy a leer el resto de sus artículos porque prometen ser tan interesantes como este
    Saludos

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    • Señor Esquina (vaya seudónimo):
      Creo que usted no ha captado adecuadamente el sentido de la anécdota del final y la relación con el caso Jara. En realidad lo que yo estaba tratando de hacer era calentarlo al tipo para que me empujara o pegara un piñazo de forma de yo tirarme al piso, hacer teatro y que interviniera la seguridad y lo sacara. Y respecto a su propuesta, lamento decirle que por ahora el salmón sale solo en edición digital, con lo cual eso hubiera sido imposible. Lea el resto de los artículos que no son tan interesantes como este, sino más. (modestamente…como decía Vittorio Gasman en Il Sorpasso)

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    • Señor Esquina (vaya seudónimo):
      Creo que usted no ha captado adecuadamente el sentido de la anécdota del final y la relación con el caso Jara. En realidad lo que yo estaba tratando de hacer era calentarlo al tipo para que me empujara o pegara un piñazo de forma de yo tirarme al piso, hacer teatro y que interviniera la seguridad y lo sacara. Y respecto a su propuesta, lamento decirle que por ahora el salmón sale solo en edición digital, con lo cual eso hubiera sido imposible. Lea el resto de los artículos que no son tan interesantes como este, sino más. (modestamente…como decía Vittorio Gasman en Il Sorpasso)

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  6. Salmón… ya te veo haciendo abluciones en el Miguelete !.

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      • No, el torero. No me la tire al outball, my little Mahatma !
        Comience a rezar para que «Dogomar» no lea su artículo «Un relato salvaje «. Yo le aconsejaría agregar al pié una Fe de errata: Donde dice «solo atiné a cruzar la avenida Ellauri» se deberá leer «la arrojé sobre el capot del auto , le rasgué el vestido (y etc., etc)».
        Es lo único que se me ocurre, para esquivar el lapidario epíteto que se le viene.
        P.D. Espero con este aporte (en virtud de algunos trascendidos de blog ) dejar claro que rechazo cualquier insinuación que quiera involucrarme con el Movimiento ombliguista «Amigos del Salmón» .

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  7. Empezó bien el artículo, pero después me pasó lo mismo que cuando leí el artículo de Chans en El Observador: hay una generalización excesiva sobre los uruguayos que no comparto en absoluto y que invalida toda protesta actual por meter todo en una misma bolsa. La mayoría de nosotros no tiene voz en los medios, lo que ahí se dice y alienta no necesariamente nos representa. Y lo que se hacía y aprobaba en otros tiempos ya no encuentra tanto eco en las generaciones actuales… por suerte! No, los uruguayos y uruguayas ya no somos tan así; persisten los dinosaurios, claro, en la política, en los medios, en el deporte, en la educación, en el supermercado, pero estamos otros que repudiamos ciertos actos y más aún repudiamos la condena a ser «así» porque «siempre fuimos así». No es porque acá haya habido y aún persistan algunos Jaras que yo me tengo que impedir de repudiar al Jara de marras y a cualquier otro que aparezca, sea chileno, uruguayo o tailandés. Lo repudio y no es hipocresía porque algún estúpido también lo hiciera acá y otros, aún más estúpidos, lo aclamaran. Si, en vez de «los uruguayos», dijera «los dinosaurios uruguayos», los parodistas (que no periodistas) deportivos, los giles de siempre que monopolizan los micrófonos, suscribiría su artículo al 100 %. Sobre todo en lo concerniente a Tabárez. Sinceros saludos!

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    • Anagrama:
      Valoro su comentario, y por supuesto que no todo el mundo en Uruguay es así como se lo describe en el artículo. Yo no podría decir si los dinosaurios son mayoría o no. y ojalá sea como vos decís, pero sí tengo la sospecha que lo siguen siendo en los lugares donde se toman las decisiones. Por algo es que están quienes están en los lugares donde se toman decisiones o se expresan opiniones. Todas esas personas no salen de la nada, salen de un medio que los consiente y encumbra. y si las generaciones actuales no aprueban las viejas prácticas, todavía no han tenido la fuerza o el empuje para hacerse oir. En toda época siempre hay gente que va contra la corriente, especialmente en las generaciones más nuevas, nunca hay unanimidad. En definitiva, creo que coincidimos en lo básico, solo es un tema semántico, el aludir a «los uruguayos», en definitiva es aludir a todos esos dinosaurios que vos decís… que por ahora son los que mueven la pelota. Y, sinceramente, si bien no tengo forma de demostrarlo porque no hay estadísticas, creo que son muchos más de lo que tú y yo desearíamos que fuera. Gracias por el comentario, que es un muy buen aporte.

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  8. Simplemente EXCELENTE. Pintas tal cual lo que es el uruguayo, un «enano llorón»

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  9. El jugador es al técnico, lo que el obrero es al arquitecto. Tabarez si fuera arquitecto, cada vez que construiría una casa, pondría al oficial finalista a acopiar ladrillos, y se preocuparía más por el fondo que por la fachada… Caramba, que coincidencia con la arquitectura uruguaya…

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  10. Excelentes reflexiones, así como las de aquellos que anteriormente expusieron sus comentarios.
    Creo que cabe lugar tratar también el tema de la improvisación un poco más profundamente.
    Improvisando, siempre improvisando, improvisando a lo que salga, y el vivir el día a día (el partido tras partido)
    No sé si hay un reglamento en cuanto a fechas, pero ¿cuánto tiempo lleva armar un EQUIPO de fútbol? Porque nuestra «selección» se junta los 15 previos días a cualquier torneo para conocerse, entrenar y salir a ganar el mundo a puro poncho y facón. Con gente vieja o con gente nueva siempre es así. El plan recambio, creo yo, como el gran «Centro Electrico» decía: «traiga su vieja tv blanco y negro y llévese éste flamante televisor color…» Al final, los 2 salían ganando.

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  11. Espectacular artículo y comentarios. Imposible de mejorar. Un abrazo

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  12. Esas canciones que incitan a la violencia y festejan las muertes de alguien… también son cantadas en cumpleaños de 15 y ese tipo de fiestas. Es lamentable. No son solo unos pocos marginados, es la sociedad en general.

    Para peor, el fútbol son 22 millonarios corriendo atrás de una pelota. Y la gran mayoría de los que están en la tribuna son trabajadores pobres y explotados, gente que no sabe leer ni escribir correctamente, personas ignorantes, etcétera. Realmente es un «espectáculo» grotesco, y además el juego en sí mismo (sacando todo eso que ocurre a su alrededor) tampoco es gran cosa.

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  13. Buenas,
    Sinceramente, sobre lo que la selección uruguaya hizo en Chile hay una explicación muy sencilla : HIZO LO QUE PUDO. No hay mas.
    Que pretenden que se haga con lo que tenemos ? Muy poco mas, realmente.
    Estoy cansado ya de los «¿para que lleva a este?», o los «tiene que renovar», «fulanito no puede ser citado más», etc etc. Esta bien, bárbaro, no llevamos a estos jugadores (o a gran parte de ellos) y entonces, a quienes llevamos ? Si nuestros jugadores supuestamente «top» juegan (los que juegan) todos en equipos de «medio pelo» europeo (salvo un par de excepciones, claro).
    ¿Hay que llevar a jugadores del medio local? ¿A los mismos que no ganan un partido a nivel internacional (internacional-sudamericano, mejor acotado, que ya no mundial) cuando salen con sus clubes ?
    ¿Hay que llevar a todos los otros jugadores, 100% suplentes, de otros clubes, de menor nivel aún, europeos o americanos?. No son buenos para ser titulares en clubes de cuarto pelo o de segunda división, pero seguramente serán fantásticos para la selección. Solo que los ineptos y burros DT’s de todos esos clubes no saben ver la inmensa calidad atesorada en ellos.
    Yo que se… a mí me parece que, al menos, hay una identidad, y que no debemos renunciar a ella… Yo también me crié jugando en la calle y festejando cada «trancazo» ganado mas que un gol (bueno, en realidad, yo era tan tronco que era lo único que podía festejar), y creo que eso, como bién se insinúa en artículo, se va marcando a fuego en la cabeza de cada uno (o se iba marcando, no estoy tan seguro actualmente).
    A Uruguay lo que le falta, a nivel selección, es encontrar un «enganche» de calidad, un 10 referencia y rompedor, alguno que se pueda , al menos 2 o 3 veces por partido, quitar un par de rivales de encima y meter 2 o 3 pases exactos en profundidad para los delanteros.
    Es lo que le viene faltando desde hace ya bastantes años. Pero hay que esperarlo que ya va a aparecer, y va a aparecer con el compromiso necesario para integrar la selección.
    No se puede ganar siempre y bastante se hace con lo que somos y con lo que tenemos.
    Por otra parte, en lo referente a los comentarios sobre la sociedad y los parelismos de ésta y el fútbol, te cuento algunos detalles que quizás te aporten algo mas para redondear tu pensamiento. Yo vivo en España, y me estaba dando gracia cuando leía lo de los carritos del super y los colados ya que aquí OCURRE EXACTAMENTE LO MISMO, te encajan el carro en la cola y van completando la compra, lo único que como aquí no hay «cola única» no es tan tedioso para el que viene después.. y en lo que mencionas de los «cánticos» y muertes en el fútbol, tampoco es que aquí la cosa sea muy diferente. Ya sabrás del muerto del Deportivo de la Coruña a manos de hinchas del Atlético de Madrid quienes lo arrojaron al Río Manzanares y se ahogó. Por otra parte, las citaciones y «quedadas» entre hinchas de distintos clubes, vía internet, para pelear, están a la orden del día. Una última, los «cánticos» referentes a que se va a matar a un hincha del otro equipo son comunes entre las hinchadas, por ejemplo, del Oviedo y el Sporting, el Betis y el Sevilla, el Depor y el Celta, etc etc etc.
    Bueno, simplemente intento echar una mirada mas global sobre vicios y actitudes solciales que, evidentemente, no son patrimonio único de los uruguayos ni de su sociedad, sino que son mucho mas universales, lo que es mas preocupante aún…

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    • Muy interesante su punto de vista, estimado Jara. Tal vez, en definitiva debamos contentarnos con lo que tenemos. A mí, de todas maneras, a veces me queda la sensación de que si no tenemos enganches es porque ese tipo de juego no es estimulado por nuestros directores técnicos y porque en la formación de nuestros jugadores les van metiendo vicios. Las selecciones juveniles, por ejemplo, juegan a ganar a como dé luegar en vez de tratar de desarrollar un estilo de juego diferente que estimule la habiidad. Y no sé si al día de hoy es tan así que nuestros jugadores juegan todos de suplentes en clubes de cuarta. De hecho en el mundial estaba entre las más cotizadas económicamente.
      Respecto a lo otro, no dudo que en otros lugares ocurran las mismas cosas. Solo que aquí la viveza es más moneda corriente. Es cierto lo del hincha que tiraron al Manzanares, pero en países con poblaciones más grandes que las nuestras es menos común, y por lo menos hay un poco más de conciencia en la sociedad y las autoridades. Aquí es un poco como que tanto da. Tal vez España e Italia sean , en algunas cosas, mucho más parecidas a nosotros que el resto de Europa. Muy bueno tu aporte.

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      • Un mes mas tarde le estoy respondiendo, al regreso de las «merecidas» vacaciones de verano..
        En absoluto concuerdo con lo de que no aparece el clásico «10» o «enganche» creativo, que yo había reclamado en el comentario anterior, por culpa de que el tipo de juego mas técnico no es estimulado por los DT’s uruguayos en sus pupilos… Como anteriormente he comentado, y está lo suficientemente claro sin necesidad de ello, el «estilo charrúa» (físico, defensivo, especulador, y culodependiente) tiene una más que larga tradición en nuestro deporte Rey, o sea, jugamos así desde siempre. Pero, a pesar de ello,este fútbol nuestro tan básico ha sido cuna de jugadores de innegable calidad técnica, poseedores de una habilidad infinita, que se han colando entre lo mas selecto del firmamento estelar del balompié internacional, cada uno en su época… Apellidos como los de Schiafino, Fracescoli, Recoba, Carrasco, Paz, Sosa, Bengoechea, Zalazar, etc , han «coexistido» (como se suele escuchar en los documentales de dinosaurios) con los Montero Castillo (y sin Castillo), Olivera (Indio), Gutierrez, Saralegui, Gonçalvez, Mujica (mas tarde presidente), Perdomo, Ostolaza, etc etc etc (pongo mas etc’s en este caso porque esta lista sería infinitamente mas larga que la anterior, claro)… y creo que ninguno de los primeros entrenara y se formara con DT’s muy distintos a los del segundo grupo… es, simplemente, ley de probabilidades, en un universo de unos 200.000 jóvenes varones (tirando por lo alto),por genración, es mucho mas improbable que surja uno de estos habilidosos jugadores que en otros universos de 3:000.000 (Arg, España, Colombia, etc) o de 12:000.000 (Brasil, Mex, etc), pero aparecer, aparecen… y si no es así se pueden buscar fuera, entre los descartes de los mas grandes (como ya se hace en muchos otros paises y deportes (baloncesto, por ejemplo), donde se busca en los extranjeros para suplir puntualmente las carencias nacionales… Hubiese sido espectacular la selección de Sudáfrica con un «Chino» (hablando de foráneos) Recoba en plenitud … la calidad de éste y el compromiso de aquella…. mezcla inigualable… nada.. lo dejo por aquí… ya luego voy con lo de la «sociedad», que cada vez mas va cambiando la «o» por la «u».. salu2

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      • Muy bueno su comentario, realmente un muy buen aporte, un punto de vista muy interesante, pese a alguna discrepancia que me genera, o más que discrepancia interrogantes, ya que muchas cosas son conjeturas. Por ejemplo, tengo una gran duda respecto a que siempre jugamos así. Cuando uno lee algunas crónicas viejas (que en realidad hay pocas) referidas a los olimpicos del 24 o del 28 en general se habla de un estilo de buena técnica. En algún lugar, no sé donde, leí el comentario que los jugadores uruguayos se soprendieron cuando vieron la rudeza con que se jugaba en Europa. Aparentemente aquel era un juego de mucho toque, y siempre tengo presente la famosa frase que repetía el Vasco Cea en un programa periodístico que tenía (Tierra de Campeones, puede ser?), cuando hablaba que había que jugarla «cortita y al pie». Yo tengo la intuición que ese fútbol desapareció, tal vez porque entre los 30 y los 50 la selección uruguaya se encerró y no jugó con ningún europeo, o vaya a saber por qué, y ya la generación de Maracaná, por más que hubiera algunos virtuosos, jugaba a lo mismo que jugamos hoy. Creo que hay un corte por ahí. Yo tengo la impresión que los virtuosos salen porque salen, y se hacen muchas veces pese a los técnicos. Pero al virtuoso se le exige más y se es más implacable con él. Es más difícil ser virtuoso y es muy difícil saber cuantos virtuosos fueron frustrados por técnicos estilo Ribas – por poner un ejemplo extremo – o Gregorio Pérez. Dejando de lado los virtuosos y los lateros y pensando en jugadores intermedios es cierto que nuestras selecciones no se caracterizan por exceso de técnica. Difícil encontrar una selección uruguaya que juegue de primera, o que dé más de dos pases seguidos bien. Sí saben correr, trancar, presionar, robar pelotas y dar alguna patada. Y respecto a los habilidosos un comentario. A muchos de ellos los desperdiciamos, o ellos mismos se dejaron desperdiciar. Tipos que mejor orientados técnica y sicológicamente (la cabecita…ehjh. diria el toto) hubieran llegado más lejos. En la lista que usted da hay dos. Recoba si hubiera tenido la disciplina de Forlán (que nunca fue un superdotado) hubiera estado muy cerca de ser el mejor jugador del mundo. El mismo confesó muchas veces que no le gustaba entrenar, jugaba sobrado. El otro Carrasco, otro gran dotado técnicamente nunca llegó a nada por su falta de constancia. . Y hay algunos nombres más …O’Neal….Peralta…tal vez el Nico Olivera, probablemente me esté olvidando de unos cuantos.

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  14. Excelente artículo. Lo he disfrutado mucho. Muy objetivo y desapasionado. Hablaste de lo deportivo, lo cultural, lo social y también de lo emocional, con un discurso muy coherente y bien desarrollado.

    Por cierto, lo que señala el señala el señor Jara, la viveza criolla está presente en toda nuestra querida sudamérica. Cuando se trata de relucir la técnica y habilidad, bienvenido sea, pero cuando se trata de artimañas y similares, mejor desterrarlo.

    Felicitaciones y saludos desde Chile.

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    • Gracias, estimado. Tu apellido coincide con el de un gran futbolista chileno, Elías Figueroa, que tuviera una destacada actuación aquí a fines de los 60. Dicho sea de paso, ¿cómo desde Chile llegaste a esta página?

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