Aquí de nuevo el Salmón se decidió a escribir algo luego de tanto tiempo. Y qué mejor que empezar con unas reflexiones intrascendentes asociadas al comienzo del nuevo año, el último del decenio, un comienzo de año en el que nada ha cambiado (por supuesto, qué esperaba?) y la estupidez sigue tan campante por todos lados.
Como ha ocurrido en otras ocasiones, pese a que la cuenta no estuvo activa debido a la ausencia de posts las visitas se dispararon de forma inusual en alguna ocasión. Cada vez que ocurría un hecho importante (incendio de la iglesia de Notre Dame de París, anuncio de enfermedad del presidente Vázquez, elecciones, algún lío de la administración Trump, etc) se incrementaban las visitas a los posts en que se analizan las profecías de los «videntes», que por cierto siguen errando como los mejores. Ya nos ocuparemos de ello en su momento.