Jethro Tull ha sido, para este Salmón, una banda de culto. No sé si Jethro Tull es el grupo/artista de rock que más me gusta, pero sí siempre he tenido un apego identificatorio muy especial con él. Por eso quería dedicarle un post. Tal vez muchos lectores a los cuales no gusta o interese esta música no encuentren de interés el artículo de hoy. Para tratar de hacerlo un poco más “para todo público” lo fui intercalando con otro tipo de vivencias personales, que tampoco sé si serán muy interesantes para todo el mundo.
El descubrimiento
Recuerdo confusamente la primera vez que oí algo de Jethro Tull en la radio. Fue en el programa de Berch Rupenián, Impactos, el programa de Radio Indpendencia que (al igual que años después los editoriales de Germán Araújo en La Radio ) se repetía tres veces en el día. Si bien la música se orientaba más bien a los últimos éxitos “bailables” en el norte – la entonces llamada música “comercial” – a veces también intercalaba las últimas novedades del mejor rock. Si uno quería estar medianamente informado era necesario escucharlo, porque – pese a que su espectro musical era muy limitado – no había muchos más programas donde tener acceso a la buena música. Berch era el DJ local que tenía mejor acceso a la música del mundo, y era tan difícil conseguirla por aquella época que para evitar que la gente se la grabara y la pirateara el tipo, al comienzo, al medio y al final de cada tema superponía su voz con la música, repetía el nombre del tema y el intérprete y remataba diciendo: “primicia de Impactos”. Estar al tanto de las novedades tenía sus costos: había que fumarse una hora escuchando a Dawn, Bread, Jackson Five, Gilbert O’Sullivan, Gary Glitter, Marta Reeves and the Vandelas, Aretha Franklin, Lobo, Wilson Picket, Diana Ross, Donna Summers, Shocking Blue y otros que ahora no recuerdo para poder paladear uno o dos temas de alguno los ex-Beatles, Rolling Stones, Procol Harum, Jethro Tull, The Who, Santana, Led Zeppelin o Yes, o para enterarse de alguna de las últimas novedades de este tipo de música. Y no mucho más, porque hasta allí llegaba la difusión de la música más “vanguardista”. Creo que el tema que escuché en ese momento fue “Teacher” y Berch hizo mucho hincapié en que se trataba de un grupo que estaba haciendo mucho furor y que se hablaba de ellos como los sucesores de los Beatles. Recuerdo que me costó retener el